Habíamos quedado en la calle Huertas, para ir a un sitio (que más adelante incluiré, pero que por el momento no desvelaré) y que al llegar tan temprano, estaba cerrado, a si que utilizamos el plan B, ja,ja,ja siempre tiene que existir....
La protagonista de éste abundante desayuno, fué la torrija, y más concretamente, el trozo que Marian, en un descuido me quitó, ja,ja,ja
El lugar es pequeño pero encantador, y lleno de cosas riquisísimas tanto dulce como saladas, incluso tienen de distintos tipos de pan....mi tostada era de cebolla, muy bueno....
Nos hizo la visita una muchacha encantadora, Silvia, historiadora y apasionada de su trabajo y de Madrid, a mí se me hizo corta, pero muy interesante, ya que al ser la ruta fotográfica del parque, nos enseñó el primer dagerrotipo (foto antigua) de Madrid, y contó anécdotas curiosas y simpáticas....
Los desayunos cada vez acaban más tarde, porque después de tomarnos el aperitivo-botellón en la plaza del Museo Rein Sofía, ja,ja,ja Marian me invito a su casa a comer, haciendo una gran sobremesa para después ir a la Casa del lector, perdiendo por el camino las suelas de sus zapatos, ja,ja,ja ;)
Un día completo, dónde lo que más me importa....es la maravillosa compañía....gracias chicas ¡¡¡¡
Pero que indiscreta eres, se me caían los zapatos a pedazos, y casi llego a casa con los dedos fuera como Pedro Picapiedra, según mi zapatero remendón, es normal, la vida útil del poliuretano es limitada y luego se autodestruyen como en las películas de espías, jajaja.
ResponderEliminarY por cierto, que quede claro que luego pedí otra torrija y le devolví el equivalente del pedazo "distraido" ... Macu puede dar fé. jajajaja La verdad es que fue un día muy completo y encantador lleno de anécdotas vividas en presente y narradas en pasado, magistralmente, por Silvia.
Bueno solo me queda decir, que yo no desayuné torrijas. Doy fe de todo lo escrito por mis predecesoras en la escritura. Yo desayuné un sanwichs fantástico, me encantó el sitio, la zona y la experiencia, aunque si fuese a diario, estaríamos con unos cuerpos mejores de los que tenemos. La excursión fantástica, para repetir lo antes posible.
ResponderEliminarLo que dá de sí una torrija, ja,ja,ja sí, devolvió el trozo de torrija del que se apropió, algo que me sorprendió, más que molestarme....eso espero, que se repita pronto princesas...
ResponderEliminarPues ya ves... que no soy golosa, pero a falta de otros pecados.... y además los "dulces estacionales" si me tientan: torrijas, roscón, lo que sólo se come una vez al año... (no voy a precisar más...) jajaja
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